- Ofrecele juguetes diversos, de diferentes tamaños, texturas y formatos. Manipularlos e investigarlos los ayudará a seleccionar por propia elección con cual se sienten más cómodos.
- Brindale ideas de juegos posibles para que los implemente de manera solitaria y en companía con un par y/o adulto. Recuerda que el juego solitario es tan necesario como el cooperativo.
- Al comenzar un juego reglado o de mesa, recuerda tomar unos minutos para leer las reglas/instrucciones o pedirle que él/ella lo lea. Sentarse a leer, organizar y pensar el juego previo al comienzo los ayuda a fomentar las funciones ejecutivas de organización, planificación y anticipación y además, estarás fomentando a reforzar la espera de turnos que en estos tiempos tecnológicos suelen ser escasos.
- Conversar mientras se juega, suele ser muy liberador para todos los integrantes, ya que al estar concentrado en el juego pueden aparecer diálogos súper interesantes que en otro momento del día no aparecían.
- Acompañar el juego con música de fondo es relajante, liberador y ayuda a reforzar la atención sostenida, debido a que se debe mantener el foco de atención en el juego mientras la atención auditiva recurre a la canción. ¡Nada más lindo que cantar mientras se juega!
Y nunca te olvides... el juguete es el objeto y el juego es lo que la persona transforma con eso que tiene en sus manos, podemos ser choferes con una tapa de olla, cabalgar con la escoba de la casa, convertirnos en astronautas mientras caminamos en cámara lenta por el comedor y muchas cosas más que promoverán el desarrollo cognitivo, social y emocional de nuestros hijos.
Por eso en Woody, los juegos son un medio y no un fín en sí mismo. ¡A JUGAR!