Comenzar a enhebrar con una soga dura o con un lápiz para favorecer el ensartado resulta sumamente necesario para cuando se inicia con este tipo de actividad ya que facilita la coordinación ojo-mano. Se sugiere a partir de los dos años.
Por otro lado, es una actividad que requiere la puesta en marcha de ambas manos, en la que una será la encargada agarrar la ficha y la mano dominante será la encargada de realizar el movimiento del ensartado del lápiz. También se puede usar cambiando la predominancia de la mano, en ese caso estaríamos estimulando el cerebro a usar nuevos movimientos, generando nuevas conexiones neuronales e impactando en la coordinación motora general de la persona y en su capacidad de aprendizaje, ya que se estimula su capacidad de flexibilidad.
Como beneficios podemos encontrar:
- Desarrolla la coordinación ojo-mano
- Fortalece los músculos de las manos
- Desarrolla la motricidad fina
- Mejora la relación entre el pulgar y el índice (que luego será esencial para el agarre del lápiz)
- Fomenta la paciencia y la persistencia
- Ayuda a aprender a clasificar y notar detalles
- Ayuda a desarrollar habilidades matemáticas tempranas
¡A enhebrar!